Al parecer, al juez no le pareció delito suficientemente grave el asalto con violencia que cometió Ariel Alberto Osorio Gamboa, (a) “El Gordo” contra la empleada de una agencia de cervezas, a la que no sólo le robó 2 mil 500 pesos sino que también la golpeó en varias ocasiones con un objeto que asemejaba una pistola. En consecuencia, liberó al supuesto delincuente.
El responsable de esta liberación fue el titular del Juzgado Primero de Control del Primer Distrito.
La Fiscalía General de Justicia le formuló imputaciones a Ariel Alberto Osorio Gamboa, (a) «El Gordo» por el delito de robo con violencia denunciado por María Aracely Villanueva Méndez.
Sin embargo, la defensa del imputado demandó la duplicidad del término constitucional para el desarrollo de la audiencia de vinculación, misma que se llevó al cabo el pasado 1 de octubre, cuando el Juez Primero de Control del Primer Distrito lo vínculo a proceso penal por el cargo de robo con violencia, pero como medida cautelar le impuso la prohibición de salir de la ciudad, así como también acercarse a la víctima y a los testigos a 300 metros.
De acuerdo con los hechos, el 24 de septiembre pasado Osorio Gamboa llegó en bicicleta a la agencia de cervezas “El milagro de Dios”, ubicado en la calle 74 con 79 del Centro de la ciudad, y al ver a la encargada haciendo cuentas la amenazo con un objeto que aparentaba ser un arma de fuego y le exigió todo el dinero del producto de la ventas.
Le arrebató dos billetes de 200 pesos y la golpeó con el objeto que asemejaba a una pistola. Cuando ella trató de salir, le dio alcance y la golpeó en repetidas ocasiones en la cabeza, pero logró salir a la calle y pedir ayuda.
El sujeto aprovechó para robarle 2 mil 500 pesos, y vecinos que auxiliaron a la encargada lo persiguieron. A ellos se les unió una unidad de la policía y el sujeto fue arrestado, pero solamente se le encontraron 400 pesos.
Al ser presentado ante el Juez fue dejado libre y únicamente se le impuso que no salga de la ciudad y que no se acerque a la mujer que golpeó y a los testigos. «El Gordo» se retiró por su propio pie.