Un yucateco de la tercera edad fue desterrado de Cozumel por estar matando a martillazos a un perro, tal como se acostumbra hacerlo, según dijo, en su pueblo.
Aunque no se precisa de qué municipio es oriundo, el hombre, identificado como Faustino Poot Tuyub, de 62 años, declaró que llegó a trabajar a Cozumel, procedente de un pueblo yucateco.
Por su proceder, que fue catalogado como un acto de barbarie, el individuo fue considerado «persona non grata» en la isla de las golondrinas y se le pidió que se fuera.
Todo comenzó cuando este hombre decidió acabar con la vida de su perro de raza criolla llamado “Lu”. Para ello tomó un martillo y arremetió contra el can. Sin embargo, alguien denunció a la policía por la brutalidad del acto y Faustino fue detenido a las puertas de su domicilio, ubicado en la calle 12 con 100 Avenida de la isla cozumeleña.
Aunque argumentó que lo mataba porque ya no podía tenerlo ni mantenerlo, fue puesto tras las rejas a disposición del juez calificador, que le otorgó 36 horas de arresto y un procedimiento ante la dirección de Control Animal.
Posterior al arresto, el director de Ecología, David Viana Martínez, dio a conocer que en base a los hechos y al Bando de Policía y Buen Gobierno, tras ser liberado fue desterrado de la isla como si fuera un criminal de alta peligrosidad, ya que le notificaron que se tenía que ir de Cozumel lo más rápido posible, al ser una persona no grata en la comunidad, ya que al ser detectado tendría una sanción económica de 68 mil pesos.
Cabe aclarar que el destierro de una persona en la isla procedía cuando se trataba de alguien que cometía un delito grave y, al no existir una cárcel y/o autoridad que lo sancionara, era sacada de Cozumel a la fuerza.
El caso ha generado toda una polémica en Cozumel e incluso han intervenido organismos de derechos humanos, pues consideran que una disposición administrativa no puede estar por encima de la Constitución, que garantiza el libre el tránsito y establece procedimientos para sancionar a quien incurra en actos fuera de la ley, pero siempre apegados a derecho.