El caso ha despertado el asombro y el repudio en todo Uruguay. Una joven de la ciudad de Paysandú, al interior del país, fue obligada durante años a mantener relaciones sexuales con su propia madre. El encarcelamiento de un hombre y su pareja se produjo luego de comprobarse que al menos durante cinco años ambos obligaron a una hija de ella, ahora con 16 años de edad, a mantener relaciones sexuales.

Según la información del diario local ‘El Telégrafo’, el procedimiento lo llevó a cabo la Unidad Especializada en Violencia Doméstica. Luego de cinco años de amenazas, a sus 16 años la joven decidió presentarse ante la Policía para denunciar los hechos que ha estado soportando. En compañía de un familiar narró que viene soportando las atroces vejaciones desde que tenía 11 años de parte de su propia madre, D.M.D. de 32 años de edad y su pareja, E.F.A. de 35, ambos residentes en una zona céntrica de la ciudad de Paysandú, en la frontera de Uruguay con Argentina.

«El hombre, poseedor de antecedentes penales por un delito de similar naturaleza, comenzó a tocar a la menor -entonces una niña- en sus partes íntimas como si se tratara de un juego, cuando la madre se retiraba del hogar a trabajar, prolongándose los manoseos al punto de que E.F.A. logró que la pequeña se habituara a ellos y los considerara normales. Esta práctica comenzó a reiterarse hasta convertirse ya en actos que incluían contacto sexual sin penetración. A medida que los abusos fueron aumentando de gravedad, D.M.D. comenzó a sospechar la existencia de algo fuera de lo normal entre su pareja y su hija hasta que ésta se lo confirmó, pero no denunció el hecho ya que tanto ellas como sus hijos eran víctima de violencia física y verbal por parte del hombre. Cuando aún la víctima era una niña, su padrastro intentó que su hermano, dos años menor, mantuviera relaciones con ella y, al no lograrlo, lo golpeó como castigo», cita la crónica del periódico de la ciudad, ubicada a 300 kilómetros al noroeste de Montevideo.

En determinado momento el hombre obligó a la niña a mantener relaciones sexuales con su madre, lo que redundó en el alejamiento de la joven de su hogar. Ya en el domicilio de familiares cercanos, continuó siendo amenazada por parte de su padrastro, al punto que la intimidaban él y su madre para que retornara al hogar. En los últimos meses el novio de la joven descubrió las amenazas telefónicas a las que era sometida, siendo el momento en que la víctima relató los detalles pormenorizados de la situación a la policía y sus demás familiares.

Luego de que la mujer y su pareja admitieran los hechos sucedidos, la Justicia Penal determinó el procesamiento con prisión del hombre por reiterados delitos de violación especialmente agravados y reiterados delitos de atentado violento al pudor especialmente agravados. La mujer, quien reconoció los sucesos y declaró que nunca había realizado las denuncias por temor, fue procesada con prisión por reiterados delitos de omisión a los deberes inherentes a la patria potestad.

Fuente: El Mundo