A la pena máxima en Yucatán (40 años de prisión) fue condenado Roger Francisco Abrego Pinzón, mejor conocido como “El Violador de la Red” por ultrajar, filmar, abusar sexualmente y, además, robarles a jóvenes y menores de edad a las que les ofrecía trabajo como edecanes, pero luego las drogaba para cometer sus fechorías.

Tras siete años de proceso, la juez segundo penal, Rubí González Alpuche, lo sentenció también al pago de varios miles de pesos por los robos que cometió y a reparar los daños que ocasionó.

También se le impuso el pago de 500 días de multa equivalentes a 24,750 pesos o 250 jornadas de trabajo a favor de la comunidad que pueden ser sustituibles por mil días más de reclusión.

La condena empezará a contar a partir del 29 de junio de 2009, fecha en la que fue detenido.

Los delitos por los cuales lo condenaron fueron: violación equiparada, por P.B.C.; robo y chantaje, por M.A.V.N.; robo, por C.A.M.S.; corrupción de menores e incapaces (2), por B.B.B. en agravio de su hija C.C.B.; abuso sexual agravado (2), por M.C.M. y M.L.G.L.

A P.B.C. le deberá pagar 20 mil pesos por el robo de sus pertenencias; a M.A.V.N., 4,300 por sus pertenencias; a una niña 30 mil por el daño moral ocasionado, y a M.C.M., 10 mil.

No tiene derecho a ningún sustitutivo de sanciones.

Para justificarse, el ahora sentenciado dijo que padece una enfermedad mental que no puede controlar y que, además, las muchachas posaron desnudas, dejándose tocar y accedieron a sus pretensiones por su propia voluntad.

Insistió en que no atacó, fotografió o grabó las escenas de las mujeres a las que engañó y drogó, sino que nada más las conocía por medio del chat y que éstas se le entregaron por su voluntad y posaron para él, aunque en las fotos aparecen visiblemente intoxicadas con alguna sustancia.

Existen archivos de computadora en donde se grabaron las conversaciones que sostenía con las jóvenes, además de que se cuenta con un registro de 92 llamadas telefónicas.

Abrego Pinzón se desempeñaba como gestor de cobranzas de Financiera Independencia.

Usaba los alias de “Ricardo Ortega”, “Jorge Villafaña de la Rosa”, “Pedro de la Rosa”, “David Villafaña”, “Roger Abrego Pinzón” y “Sergio”.

De acuerdo con el expediente, la sustancia que utilizaba para dormir y drogar a las mujeres, de la cual se le decomisó un frasco en su auto VW Sedán placas YZB9927, es Ribotril (un derivado de Clonazepam) que empleaba con un gotero y que suministraba en dosis según el grado de oposición e intereses por sus víctimas. Para comprar la droga falsificó la receta de un neurocirujano.

Desde 2008 había empezado a contactar a las jóvenes por medio de una bolsa de trabajo por internet que se denomina “Computrabajo”, diciendo que era representante de una compañía llamada “Vinoteca” y empleaba, entre otras, la página web “Intelecto Humano Empresarial, SA de CV”, donde ofrecía buenos sueldos y prestaciones a sus futuras “modelos”.