Lo asaltaron, les dijo que no tenía dinero y le introdujeron un palo
Un argentino denunció que fue violado por tres delincuentes que lo asaltaron en las inmediaciones del hospital neuropsiquiátrico, al tiempo que sus familiares salieron a las calles a reclamar que se investigue el ataque.
La víctima fue identificada como J.Q, quien estaba regresando a su casa cuando fue sorprendido por los malvivientes, que le provocaron serias lesiones y lo ultrajaron porque no llevaba dinero en efectivo. Se encuentra internado con pronóstico reservado en el Hospital Funes y no pudieron frenar la hemorragia.
«Mi viejo salió de trabajar y cuando estábamos llegando a la casa, quiso ir al baño y entonces lo sorprendieron tres loquitos o no sé qué. Ellos le taparon la boca y los ojos y lo asaltaron y le dijeron: ‘Ahora por hijo de puta, te vamos a meter un palo en el culo’, lo hirieron y la verdad es que le arruinaron la vida. Es terrible»; manifestó Daniel Alejandro Quevedo, el hijo de la víctima.
En otro fragmento de la entrevista concedida al portal El Diario de Carlos Paz, Quevedo puntualizó: «Ahora está grave porque no pueden controlar la hemorragia. Como mi viejo no tenía plata, lo atacaron. Nosotros somos gente humilde y no sabemos qué pasará. Cuando la policía llegó, pensaba que mi viejo era un loquito que se había dejado manosear. ¿Cómo puede ser eso? No queremos que siga pasando esto, porque sabemos que pasan cosas muy graves dentro de este hospital».
Una de las vecinas de la zona, Mariana Maldonado manifestó que «pasa de todo ahí adentro del sanatorio, salen del hospital, no hay control y son muchos los ataques que vienen registrándose en la zona. Ahora le pasó a un hombre grande, pero en el barrio, viven muchos nenes y esos terrenos son tierra de nadie. La gente del sanatorio no dice nada, no podemos hablar con nadie y estamos muy preocupados. Necesitamos una respuesta seria y concreta».
«No es el primer caso, pero la gente no denuncia porque hay que llamar a un abogado y hacer mucho lío para hacer la denuncia. Los pacientes entran y salen del lugar como quieren, chicos se juntan ahí en los pabellones abandonados para tomar y drogarse. Es una oscuridad la zona y es muy peligroso. Este fue el caso más grave, pero no ha sido el primero ni el último», destacó.
Fuente: Crónica
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