En plenas fechas de ‘fieles difuntos’, desconocidos profanaron la tumba de un político yucateco, presuntamente con intenciones de robarle los dientes de oro que se puso en vida y que se llevó consigo al otro mundo.
Aunque no hay evidencias de que los profanadores hayan logrado su objetivo, en el caso intervino la policía y peritos forenses examinaron los restos para saber qué sucedió realmente, pero no se informó de los resultados.
Este extraño caso ocurrió en Dzitnup, comisaría de Valladolid, y la tumba profanada fue la de Buenaventura Poot Pech, quien recientemente falleció y quien ocupara varios cargos políticos en esa zona del Estado, incluyendo el de comisario de la localidad.
De acuerdo con datos hechos públicos en la localidad, él político fue enterrado con la dentadura que llevaba en vida, que incluía cinco dientes de oro de 24 kilates.
Una cuadrilla, que limpiaba el camposanto por las celebraciones que se avecinan, se percató que había una parte abierta en la tumba y se dieron cuenta que estaba profanada, por lo que de inmediato avisaron a las autoridades correspondientes.
El comisario Demetrio de Jesús Moo Paat dijo que como de costumbre mandó limpiar el cementerio a cuatro personas, quienes se percataron que había un hueco de 30 centímetros de diámetro en la tumba.
Como la gente del pueblo sabía que el difunto fue enterrado con la dentadura de oro, lo primero que se pensó fue que le habían robado los dientes.
Sin embargo, los agentes Ministeriales que acudieron al sitio le dijeron al comisario que estaba completa, por lo que dedujeron que solo intentaron robársela, pero no lograron desprenderla.
Pese a esta versión, la gente del pueblo tiene dudas sobre si hubo o no el robo, ya que los peritos forenses no confirmaron nada al respecto y precisaron que en Mérida se darían los resultados.
Finalmente, la hija del difunto denunció formalmente los hechos

Dzitnup es una pequeña localidad de unos 1,500 habitantes y en ella se ubica un cenote del mismo nombre, que tiene buena afluencia turística.