Para cumplir capricho de Navidad a su hija, Pablo Escobar transformó un caballo en unicornio

La Navidad es una celebración relacionada a la unión y el amor. Estas características pocas veces son atribuidas a los delincuentes, narcos y dictadores, pero ellos no dejaron de celebrarla a su forma junto a sus seres queridos. Uno de ellos es uno de los narcotraficantes más famosos de la historia: Pablo Escobar. Su historia de amor paternal es de terror y lo pinta de cuerpo entero.

En diciembre el narcotraficante más temido de Colombia, Pablo Escobar, construyó más de doscientas viviendas para ciudadanos que antes vivían en Moravia, el mayor basurero de la ciudad. Igual construyó más de 50 campos de fútbol y de su bolsillo salieron los regalos de Navidad para los habitantes de la región. El capo gastaba millones en aguardiente y marranos.

En las navidades Pablo Escobar le cumplía el deseo o cualquier capricho a la niña de sus ojos, Manuela, si la niña pedía una jirafa había que mandarle traer el animal de África y si quería ver en persona a los personajes del programa de moda, sus deseos se cumplían.

En alguna ocasión pidió un unicornio. El capo hizo que sus empleados cumplieran – como fuera – el deseo de su pequeña. Decidieron coger un caballo blanco al que le pegaron con grapas un cuerno bajo su crin y adhirieron largas alas de papel a su torso. El animal murió como consecuencia de una infección.

Fuente: Diario Ojo