A balazos y cuchilladas una joven de 15 años asesinó a su madre, Rosie Sánchez, de 38, y a su padrastro, Anderson Núñez, de 40, y sin remordimiento, dejó los cadáveres botados en el departamento ubicado en Brooklyn para luego salir a la fiesta de Año Nuevo en el ‘Times Square’ de Nueva York.

Sin embargo, la fiesta debía terminar algún día y tras una semana de ocurrido el homicidio, Destiny García fue detenida y acusada de homicidio en segundo grado y posesión de armas. Al dar su versión de los hechos, la chica confesó ser víctima de abuso sexual por parte de su padrastro, pero ante la presión policiaca, la joven cambió su versión a agresión física por parte de su madre.

De acuerdo con el informe policiaco, la madre de Destiny fue hallada sentada en un sillón y presentaba heridas de bala en el cuerpo, mientras el padrastro fue acuchillado hasta 30 veces y tenía varios disparos.

La presión fue tal que confesó haber planeado el homicidio con su novio, mismo quien consiguió el arma.

Ahora enfrenta cadena perpetua.