Autoridades de Guanajuato realizan ya un ‘cruce de información’ con sus similares yucatecas para conocer el paradero de la mujer acusada de un terrible crimen perpetrado hace varios años en Irapuato.

Están verificando si está vigente la orden de captura contra la presunta homicida, quien fue ubicada en Mérida recientemente.

Está en duda si el delito ya prescribrió  porque la acusada era menor de edad cuando ocurrieron los hechos, en febrero de 1999, de modo que la sanción por homicidio para adolescentes era muy inferior a la establecida para un adulto y han transcurrido 17 años del asesinato.

Además, según reportes extraoficiales, el jefe de Homicidios de la Fiscalía guanajuatense, Carlos Campos, informó que en una revisión inicial no se halló en los archivos copia del expediente del caso, aunque en realidad el asunto legalmente fue enviado al Tutelar para menores Infractores

Otro punto importante es que los propios padres de la acusada, durante la investigación del homicidio del joven quemado vivo, exhibieron documentación que señalaba que su hija presentaba transitorios psiquiátrico y que había estado bajo tratamiento por ese motivo, de manera que pidieron que fuese declarada ininputable, es decir que no se le juzgará debido a sus problemas mentales.

Por lo pronto, la Fiscalía yucateca mantiene comunicación con su similar de Guanajuato para proceder en caso de que la orden de captura esté vigente.

Sin embargo, hasta el momento no se conoce el paradero de la mujer, a quien incluso la Policía Municipal de Mérida ya le retiró oficialmente la custodia.

Como informamos, la impunidad en este caso es tal que la mujer no solo no ocultaba su identidad sino que tenía protección policíaca asignada por el propio alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal.

El crimen tuvo lugar en Irapuato, Guanajuato; la mujer se llama Alicia Loaiza C. y el asesinado se llamó en vida Ezequiel David Fainsod San Miguel, quien en ese entonces era novio de Alicia.

Las autoridades de Guanajuato nunca ubicaron a la mujer cuando se le acusó formalmente del homicidio, perpetrado en febrero 1999, cuando ellas apenas tenía 15 años; ella cumplió los 16 (la mayoría de la edad penal) un mes después.

En Mérida, la mujer vivía hasta hace unos días en el fraccionamiento Campestre, aunque antes vivió en Campeche.

Sobre los motivos del crimen y su historial en Mérida, en nuestra edición de mañana tendremos los detalles.