La pantomima, al rescate de juegos autóctonos y tradicionales del Mayab
A través de la pantomima, representación teatral en la que actores no se expresan con palabras, sino únicamente con movimientos corporales y gestos, se buscará rescatar y preservar los juegos autóctonos y tradicionales del Mayab, proyecto expuesto en el marco del Festival Internacional de la Cultura Maya (Ficmaya).
A fin de impulsar y heredar en las nuevas generaciones la riqueza de esas prácticas, se realizó en el lobby del Gran Museo del Mundo Maya (GMMM) una muestra del trompo, el yoyo y el balero, entre otros elementos, actividades realizada por el mimo yucateco Pastor Góngora Ruiz, entre las cuales el público también pudo escuchar una reseña del libro sagrado maya Popol Vuh.
Al expresar que con la llegada de la tecnología niñas y niños han dejado de tener contacto piel a piel con esos juegos, dejando atrás sus tradiciones, el artista afirmó que la historia nos habla del tesoro de nuestros orígenes, por lo que realizó una sinopsis de ese texto, para narrarla a los infantes y hacer que sus padres recuerden a sus ancestros y entiendan su presente.
Durante el evento de preservación de cultura, los asistentes demostraron su gusto por el trompo, el yoyo y el balero. Asimismo, los padres de familia pudieron enseñarles sus viejos trucos a sus hijos, mientras que éstos se divirtieron aprendiendo de estas actividades ancestrales y se concentraron en perfeccionar sus movimientos.
Aquellos juegos del ayer, los cuentos y las leyendas reflejan el mestizaje de la región, forman parte de las raíces, revalorizan la cultura de la entidad, promueven la convivencia e incrementan la creatividad en los infantes, manifestó Góngora Ruiz.
Estas actividades integraron las costumbres y tradiciones de la entidad, pero hoy en día, con la llegada de la nueva era tecnológica están quedando en el olvido. La tecnología no es mala, pero debemos recordar que llegó para mejorarnos la vida, no para hacernos dependientes de ella, agregó.
Vemos a los niños usando su laptop, celular y los juegos que teníamos ya no los practican ni conservan, por lo que se pierde una gran riqueza. Por eso, hay que retomarlos, sobre todo en compañía de los padres. Si volvieran las actividades recreativas, que promueven además de la interacción cara a cara, la sana convivencia, tendríamos un mejor presente”, apuntó.
Asimismo el artista del silencio señaló que la cultura maya es muy amplia y no se puede limitar su abundancia, sin embargo, no se deben olvidar las raíces y herencias de los abuelos y bisabuelos, por lo que invitó a los padres de familia a reflexionar acerca de lo que quieren dejarle a las nuevas generaciones y conmemorar la infancia del ayer que tan feliz los hizo, así como aquellos pensamientos que tenían mientras giraban un trompo o competían con el yoyo.
«Tenemos que preguntarnos cómo queremos el mundo del mañana y cómo será el desarrollo de nuestros hijos, e imaginarnos el entorno en el cual crecerán nuestros nietos. Recuerda a ese niño que fuiste ayer que solía jugar kimbomba o canicas.
“Yo te pregunto, cómo se sentía la adrenalina de competir con nuestros compañeros de manera sana y qué tal era pasar una tarde con nuestros abuelos aprendiendo a dominar las técnicas para ser más hábiles y ganar; eso es desarrollar la creatividad «, manifestó el hombre con más de 40 años de pintarse el rostro de blanco.
Dentro del «Rescate de juegos tradicionales, cuentos y leyendas mayas», también se generó interacción con los asistentes mediante una serie de preguntas de comprensión sobre la narración del Popol Vuh, para motivarlos a recordar aquellas palabras mayas que refieren personajes representativos del texto. Al término del evento, se les obsequiaron diversos juegos para que continúen preservando sus orígenes.
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