La Península de Yucatán se vislumbra para convertirse en una de las primeras en consolidar una Agenda de Desarrollo Sustentable, la cual sería firmada el 10 de diciembre próximo por las tres entidades que la conforman.

Así lo dio a conocer el titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) de Yucatán, Eduardo Batllori Sampedro, en víspera de la 13 Conferencia de las Partes (COP 13) en materia de biodiversidad y aprovechamiento sustentable.

En reunión con los medios, el funcionario destacó que ello cobra importancia sobre todo por la naturaleza que caracteriza a la península, al ser el segundo macizo forestal de selva más importante de América Latina.

La península, conformada por los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche, comparten el mismo tipo de sustrato sedimentario que se disuelve y que no produce suelo durante su intemperización.

Esto llevo a la zona a sufrir un importante estrés con el desarrollo de la industria ganadera porcina, al hacer cambio de uso de suelo a pasto para este ganado, lo que ha puesto en peligro una gran extensión de la región.

Detalló que por sus mismas características, la tierra de esta región no posee la riqueza orgánica de otras del país, por lo que su deforestación implica su inminente erosión.

Ante ello, los tres estados de la península han estado trabajando en los últimos años para terminar en un acuerdo firmado por los tres gobernantes en la COP 16 de cambio climático.

Ello derivó en el compromiso de generar programas de adaptación regional de cambio climático, de reducción de degradación y deforestación y un fondo regional que permita atraer recursos nacionales e internacionales públicos y privados para impulsar una economía sustentable y limpia.

Finalmente y tras una labor entre las diversas comunidades del lugar para iniciar los primeros procesos de producción sustentable, el 10 de diciembre próximo se signará el documento que establece las bases de un compromiso más grande.

Ello implicará una ardua labor para el fomento y el impulso de la milpa, la producción libre de transgénico, y la producción orgánica, lo cual ha sido posible con el apoyo de The Nature Consevancy (TNC) y la alianza México en REDD+.

De esta manera, con la firma de esta nueva agenda se esta establecerán compromisos ya muy precisos en materia de reducción de la deforestación para el 2030 e impulsar una península orgánica con procesos más agroecológicos, hidropastoriles, agroforestales.

Esto implica el aprovechamiento responsable de los recursos forestales mediante ciclos adecuados que permiten la explotación de la milpa, los multicultivos que pueden ayudar a recuperar a la tierra y finalmente la reforestación de la tierra ya aprovechada.

Reconoció el importante papel que jugará la experiencia de las mismas comunidades, ya que se recurrirá a sus mismos conocimientos y se impulsará y rescatará al mismo tiempo su cosmovisión ancestral Maya.