Este sábado, Noche de las Estrellas en Mérida
“La primera vez que se efectuó la Noche de las Estrellas la gente se preguntaba dónde están las estrellas, a qué hora las vamos a ver, por dónde van a salir”, rememora el doctor William Lee Alardín, director del Instituto de Astronomía de la UNAM.
La Noche de las Estrellas es un ejemplo de cómo las personas y diversas organizaciones consiguen ponerse de acuerdo con éxito para lograr un objetivo, señala William Lee, quien confía en que este tipo de festejos se pueda repetir no solo en astronomía, sino con otras disciplinas de las ciencias, para permear en el público la importancia de observar, sustentar, verificar y comprobar lo dicho, es decir, el sacbé (camino en lengua maya) hacia la verdad.
Desde 1991 la Nuits des étoiles es organizada por toda Francia y dentro de muchos países de Europa por asociaciones como la Asociación francesa de astronomía. Durante tres noches, generalmente a principios de agosto, se realizan observaciones del cielo y animaciones varias. Participan astrónomos renombrados como Hubert Reeves o Alain Cirou, y también astrónomos aficionados.
La Noche de las Estrellas tiene sus orígenes en México a partir del Año Internacional de la Astronomía, que se realizó en 2009. Destaca la participación de la UNAM, el IPN, el INAOE, la AMC, el Conacyt, el ICyTDF, así como la embajada de Francia en México y la Red de alianzas francesas, entre muchas otras instancias. A las que cada año se van sumando más y más instituciones interesadas en la divulgación del conocimiento científico.
El objetivo de esta actividad es acercar el conocimiento de forma lúdica y gratuita a la mayor cantidad posible de personas. Para lograr un impacto social importante, el evento se realiza de forma simultánea en muchas sedes distribuidas a lo largo y ancho del país. Se programan actividades todo el día y se organizan eventos culturales y musicales, así como juegos para niños, talleres y charlas con científicos. Al caer la noche, inicia la observación con telescopios. Es toda una fiesta, donde también se invita a todo aquel que tenga un telescopio a que lo sume al proyecto y lo ponga a la disposición del público.
Cada año se define una temática específica (preferentemente en consonancia con la temática de los Años Internacionales definidos por la Organización de las Naciones Unidas), y del primer encuentro en el 2009 al más reciente en 2015, se ha logrado congregar a un total de más de un millón de personas. Todos estos asistentes han sido atendidos año con año por, en promedio, cerca de cinco mil voluntarios, quienes organizan las actividades, dan asesorías, hacen talleres sobre diferentes temas y ponen a disposición del público más de dos mil telescopios.
Este año la temática gira en torno a la recuperación de los cielos oscuros, un granito de arena para que se tome conciencia de esta problemática. El cielo es el único paisaje natural común para todos los habitantes de la Tierra y la curiosidad por el cielo estrellado ha captado la atención de todas las culturas de nuestro planeta a lo largo de la historia humana. Esta relación entre el hombre, el cielo y su entorno se ha fraguado desde la Prehistoria y forma parte de las cosmovisiones de todas las civilizaciones del mundo.
Actualmente, la contaminación lumínica va opacando la Vía Láctea en nuestros cielos y en nuestras vidas. Esta contaminación abrupta y masificada es un fenómeno reciente que ha ido en aumento a partir de la industrialización de nuestra aldea global. El fenómeno se ha incrementado por el éxodo rural y el crecimiento de las urbes en todo el mundo, afectando no sólo los valores culturales y cosmogónicos de los pueblos indígenas y de las comunidades locales, sino también a la investigación científica de los astros y de los ecosistemas nocturnos.
Desde sus inicios, la Noche de las Estrellas ha contado con la generosa participación de un gran número de voluntarios, astrónomos aficionados y estudiantes, quienes son la gran fuerza vital, atienden a todos los asistentes con entusiasmo y comparten sus conocimientos, llegando a sumar más de 5 mil en cada evento. Asimismo, los astrónomos profesionales comparten los detalles de sus amplios conocimientos y participan en todas las actividades. Esta noche, astrónomos profesionales y aficionados colaboran mano a mano en la atención a los telescopios con la única intención de acercar la ciencia a la sociedad y mostrar la belleza de una observación del cielo.
En Yucatán cerca de 200 voluntarios colaborarán para que cada uno de los asistentes, desde el más pequeño hasta el más grande, viva una experiencia divertida e interesante, aprendiendo más sobre el universo que lo rodea; por ello cada actividad está diseñada cuidadosamente para este fin.
La invitación está abierta para todo público, la entrada es gratuita. Se realizará en el parque zoológico del bicentenario Animaya, el sábado 3 de diciembre, a partir de las 18:00 horas y finalizando cerca de las 23:00 horas.
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