Cambio climático deja sin credibilidad a las cabañuelas
El cambio climático ha golpeado a una de las tradiciones más arraigadas de principios de año: las cabañuelas, es decir, el sistema que los antiguos agricultores, e incluso gente de la ciudad, utilizaban para hacerse una idea de las condiciones meteorológicas que se tendrían a lo largo del año.
Antes los yucatecos creían fielmente en las cabañuelas, pues eran infalibles. Las predicciones con base en los primeros días del año casi siempre se cumplían, pero ahora están peor que el Servicio Meteorológico Nacional: no le atinan a una.
Las cabañuelas constituyen un conjunto de métodos de predicción meteorológica utilizado en el sur de España y en América. Su origen, sin embargo, se remonta a la antigua Babilonia.
La civilización mexica adoptó este conocimiento de los mayas, pues en ambos casos sus calendarios constaban de 18 meses de 20 días cada uno, más cinco días adicionales que no entraban en los meses. Los primeros 18 días de enero servían para cada uno de los meses y los dos días restantes predecían otros fenómenos. El 19 para pronosticar el tiempo del solsticio de verano y el 20 para el solsticio de invierno.
Cabañuelas de ida: Estas nos indican que los primeros 12 días del año se corresponderán con el clima de los doce meses del año. Es decir: enero 1 corresponderá al clima del mes de enero; enero 2, al del mes de febrero; enero 3, al de marzo y así hasta llegar a enero 12, que será el clima correspondiente al mes de Diciembre.
Cabañuelas de vuelta: a partir de enero 13 estaríamos prediciendo el clima de los meses en orden descendente, es decir, enero 13 correspondería al clima de diciembre; enero 14, al de noviembre; enero 15, al de octubre y así hasta llegar a enero 24 que representaría al mes de enero.
A partir del día 25 de enero y hasta enero 30 hablamos del equivalente al clima de cada dos meses: 25 de enero representaría al mes de enero y febrero; 26 de enero a los meses de marzo y abril; 27 de enero, a los meses de mayo y junio; 28 de enero a julio y agosto; 29 de enero a septiembre y octubre y, por último, el 30 de enero equivaldría a los meses de noviembre y diciembre.
El día 31 de enero se toman dos horas para cada mes en orden descendente; de las 12 a las 2 corresponde el mes de diciembre; de las 2 a las 4, el mes de noviembre; de las 4 a las 6 el mes de octubre y hasta llegar de 10 pm a la medianoche del último día de enero.
Por último, del clima resultante en cada uno de estos pasos se hace una media que indicará cuál será el clima del mes en cuestión. Por ejemplo, para predecir el clima del mes de febrero, sería necesario tomar en cuenta el clima existente en Enero 2 + el clima de Enero 23 + el clima de Enero 25 + el clima de Enero 31 entre las 8 y las 10 de la noche.
A muchos les parecerá un método muy complicado y, desde luego, no tiene ningún rigor científico. Pero recordemos que estamos hablando de tradiciones populares y que en los pueblos antiguos ya se utilizaban las cabañuelas para predecir el clima.
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