El Tribunal Primero de Juicio Oral sentenció a 32 años y dos meses de cárcel a Kenneth Alexander Peraza Pech, hallado culpable de asesinar a un sacristán de Ucú.
Su coacusado, Bilmart Mijahil García Dzul (a) “Chelo”, fue condenado a 9 años y 8 meses de prisión, pues a él se le halló culpable de robarle al sacristán, pero no de matarlo.
El tercer implicado, Alexis Geovanny Montalvo Haas (a) “El Sucio”, como informamos, fue absuelto porque solo hubo testigos ‘de oídas’ en su contra.
El tercer implicado en este hecho, Alexis Geovanny Montalvo Haas (a) “El Sucio”, fue absuelto.
García Dzul recibió una condena más baja porque se había acogido a un “criterio de oportunidad”, mediante el cual cooperó en la investigación para dar con los otros dos implicados.
No se determinó el monto de las penas económicas, pues serán establecidas por un juez de ejecución de sanciones.
Durante el juicio, los jueces de este tribunal desecharon el testimonio de Reyes de Jesús Canché Azcorra en contra de “El Sucio”.
La esposa del sacristán, la señora Ada Lucía Salazar Ek, en las audiencias, aceptó que no vio a los imputados y que sólo escuchó sus voces, porque estaba oscuro cuando ocurrieron los hechos.
El crimen ocurrió el 16 de mayo del 2016, cuando los sujetos entraron a la casa de la pareja de ancianos, en Ucú, y al encontrarse a Ada Lucía, la amordazaron y ataron de pies y manos en una recámara.
Se dirigieron a la otra habitación, donde atacaron al sacristán Wílberth Pinto Novelo, a quien sometieron y torturaron para obligarlo a decir el lugar en el que tenía dinero, pues se dedicaba al agio y lograron llevarse un botín de 74 mil pesos.