Transcurridos ya diez días del brutal asesinato de una mujer en Plaza Fiesta, el acusado de dicho crimen, Eduardo Enrique Real Castillo, busca ahora desvirtuar la acusación por feminicidio y reducir la condena lo máximo posible.

A través de sus defensores, trata de convencer a la justicia que no planeó las cosas y que éstas se salieron de control, producto de la acalaroda discusión con su mujer.

Para ello, ha solicitado a la administración de Plaza Fiesta que se proporcione copia del video en el que se le ve ingresando al lugar el pasado 23 de junio.

De esta forma, pretende demostrar que no iba con la intención de matar a su esposa, Jessica Esmeralda Cano Baas, pues alega que no llevaba el cuchillo con el que la ultimó.

La Fiscalía ha manifestado que el sujeto saco el cuchillo una vez que estaba con la mujer, de manera que al ingresar no lo llevaba en la mano, por lo que el vídeos no sería una prueba a favor del sujeto, quien argumenta que el cuchillo lo llevaba ella junto con un pastel que le regalaron previamente.

En su defensa, Eduardo Enrique ha manifestado que acordó verse en ese lugar con su mujer, para hablar sobre la custodia legal de sus hijos, de 7, 5 y 3 años de edad.

Señala que a los niños, la ahora occisa se los había llevado el 14 de junio sin su consentimiento, ya que supuestamente el los tenía bajo su cuidado.

Con el argumento de que la mató al salirse de control la situación, busca que el cargo pase feminicido agravado a feminicidio, incluso a homicidio.

En feminicidio (sin agravantes), la pena de cárcel sería 10 años menos, algo importante si se toma en cuenta que por feminicidio agravado la sanción sería de entre 30 a 50 años de prisión.