Sentencia ‘light’ a cambio de confesión ‘matona’
Los tabasqueños Jonathan Mézquita Avalos y Oscar Miguel López Tovilla, sentenciados ayer a 18 años de cárcel por el homicidio de Emma Gabriela Molina Canto, aportaron datos importantes que permitirían una condena más severa contra el autor intelectual del crimen.
De hecho, este fue el motivo por el cual la señora Ligia Canto Lugo, madre de la víctima, se conformó con la sentencia, misma que en realidad fue ella quien la pidió sin tanta severidad contra los sujetos.
Y es que de esta forma se logró que los sujetos declararan ayer todo lo que saben, lo que robustecería las pruebas contra el autor intelectual de homicidio, Martín Alberto Medina Sonda, ex esposo de la víctima.
Como informamos ayer, los tabasqueños, autores materiales del crimen, recibieron solo 18 años de prisión por este homicidio, una condena hasta cierto punto baja, pero contra lo que pudiera pensarse, la madre de Emma Gabriela se dijo de acuerdo con la sanción.
Esto causó extrañeza en la opinión pública, pues ella había estado reiteradamente exigiendo todo el peso de la ley contra los implicados en la muerte de su hija.
Sin embargo, la situación no es extraña, pues a cambio de una sentencia baja, los sujetos decidieron declarar y aportar datos que ahora comprometen más a Medina Sonda.
Con estos datos, la sentencia contra Medina Sonda podría alcanzar los 50 años de cárcel, pues está acusado de feminicidio.
Además, al parecer se podría ampliar las pesquisas hasta familiares cercanos a Medina Sonda, pues la madre de Emma Gabriela sostiene que los padres de su ex yerno estarían involucrados también.
Ayer, los tabasqueños pidieron como único requisito para declarar que su testimonio fuera en privado, lo que no permite saber con exactitud lo que revelaron, pero se cree que aportaron datos importantes que involucran a Medina Sonda, lo que confirma el hecho que la madre de la víctima esté conforme con el fallo de ayer.
Los individuos supuestamente no tuvieron contacto directo con Medina Sonda para perpetrar la muerte, pero si revelaron los nexos con las personas que los contrataron como sicarios, es decir con Rogelio César Reyes Barrueta (a) “Huero”, chofer del empresario y su operador financiero, Juan Ramón Moreno Hernández (a) “El Cachorro”, este último detenido apenas el sábado pasado.
Las pesquisas indican que «El Cachorro» transfirió el dinero para el pago del “encargo” a la cuenta de Reyes Barrueta (a), quien fungió como intermediario.
Reyes Barrueta fue el que presuntamente contrató a los ahora sentenciados por órdenes de «El Cachorro», que a su vez recibió la encomienda del propio Medina Sonda.
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