Por orinar en la maceta del vecino supieron que era violador
Este viernes, una corte de la ciudad británica de Newcastle ha condenado a Eric McKenna, de 59 años, a 23 años de cárcel por dos violaciones, informa el periódico The Guardian.
El error fatal de este hombre, que durante más de 30 años se encontró fuera del radar de los investigadores, fue orinar en 2016 en la maceta de un vecino.
La Policía arrestó a McKenna por considerar que estaba acosando a su vecino. Tras recoger y analizar muestras de su ADN descubrieron que su huella genética lo vinculaba con dos casos separados de violación, uno ocurrido en 1983 en Gateshead y otra en Newcastle en 1988. En ambos casos el agresor se acercó a sus víctimas por detrás mientras andaban solas y las violó amenazándolas con un cuchillo.
Mick Wilson, de la Policía de Northumbria, afirmó que McKenna «no había mostrado el más mínimo remordimiento» y calificó sus crímenes de «calculados, planeados; experiencias horribles para las dos víctimas».
Wilson explicó que «en la década de 1980» los agentes no tenían «las mismas técnicas forenses» de las que disponen ahora.
La Policía expresó sus disculpas a las dos mujeres y admitió que no recibieron el apoyo debido cuando reportaron haber sido agredidas sexualmente.
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