Meterse bruscamente a cenotes en época de calor podría causar la muerte
La muerte de tres franceses por hidrocución –síncope provocado por el contacto o inmersión brusca en aguas frías– ha provocado una alerta mundial en momentos en que las altas temperaturas azotan la mayor parte del mundo.
Y es que estas tres muertes ocurrieron porque las víctimas decidieron ir a refrescarse porque el país se enfrenta a una fuerte ola de calor, con temperaturas en torno a 40 grados Celsius.
Se trata de dos hombres –uno de cerca de 70 años, otro de 75– y una mujer de 62. Las autoridades francesas han advertido a la gente de no entrar en aguas frías para escapar del intenso calor.
Las autoridades francesas reiteraron que estas muertes se dieron por el cambio brusco de temperatura corporal, toda vez que las personas estaban calientes y se metieron a nadar en aguas muy frías.
Esto es para tomarse en cuenta en Yucatán, donde no es raro que la gente acuda a cenotes o aguadas a refrescarse y el riesgo de hidrocución es alto.
Los cenotes tienen aguas muy frías, lo que favorece la hidrocución en personas que llegan calurosos y no se esperan mucho para meterse al agua.
La hidrocución es, según especialistas en la materia, un accidente brutal debido a la acción del agua sobre el cuerpo humano y caracterizado por un estado sincopal que hace hundir bruscamente al nadador, sin que este pueda luchar para evitar el hundimiento, y si se encuentra en inmersión le impide el retorno a la superficie.
El mecanismo íntimo de la hidrocución es todavía poco conocido, pero se considera que es debido al choque mecánico-térmico del agua sobre el organismo humano, choque que provoca en todo individuo sumergido un desequilibrio circulatorio basado en la diferencia de temperatura entre el cuerpo humano y la del agua.
Las más de las veces el síncope es precedido por unos síntomas llamados «señales de alarma», como enrojecimiento de la piel, generalmente en la cara interna de bracos y piernas y en el abdomen; hormigueos, sensación anormal de fatiga, vértigos, dolor de cabeza, dolores y punzadas en la nuca, además de sensación de encontrar el agua muy helada: vista borrosa, fuertes zumbidos en los oídos y calambres.
Algunas veces el síncope se presenta sin previo aviso y el individuo se hunde bruscamente, en silencio, sin efectuar el menor gesto defensivo.
Al final de cuentas la muerte es por ahogamiento, por lo que no se descarta que en Yucatán ya se hayan dado algunos casos, pero diagnosticados con causas diferentes.
Lo que no se se debe hacer es entrar al agua con una zambullida bajo fuerte sudoración; hacerlo después de estar mucho tiempo expuesto al sol o tras un esfuerzo físico demasiado inten so o al presentar escalofríos.
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