Piden pena máxima contra custodios del Caimede que abusaron de cuatro niños
La Fiscalía estatal pidió la pena máxima contra los tres custodios del Caimede acusados de maltrato y abusos sexuales cometidos contra niños de ese lugar.
La solicitud se hizo al celebrarse este martes hoy en el Centro de Justicia Oral del Mérida (CJOM), la audiencia intermedia de este caso.
El juez Rómulo Antonio Bonilla González admitió todos los medios de prueba presentados por la fiscalía y dictó auto de apertura a juicio oral, pero quedará suspendido hasta que se resuelva el amparo promovido por la defensa de los sujetos.
Ellos son Yuliana Berenice Casanova Falcón, José Ysabel Canché Canché y Robert Santiago Dorantes Aké, quienes enfrentan cargos por violencia familiar equiparada y violación equiparada agravada.
En su exposición de acusación la Fiscalía narró que los hechos ocurrieron dentro de la primera quincena de marzo del año en curso, cuando los custodios realizaron actos abusivos de poder e impusieron cópula a cuatro menores de edad.
Además de la pena máxima, la Fiscalía pidió que se les condene a la reparación del daño, amoneste públicamente, se le nieguen los derechos sustitutivos de las penas y la prohibición de acercarse a las víctimas.
Como hemos informado, tras ser detenidos los tres custodios se abstuvieron de declarar sobre los hechos, aunque en la audiencia de imputación se reveló el «catálogo» de abusos que los sujetos cometían contra los niños del lugar, entre los que se incluye la «operación taquito», mediante la cual enrollaban a los niños en sabanas, como bebés, para inmovilizarlos, pero aprovechaban para manosearlos como castigo.
Presuntamente la artífice de los malos tratos era la niñera Yuliana Berenice, quien usaba como «guaruras» a sus coacusados, los vigilantes Robert Santiago y José Ysabel Canché Canché, conocidos como «Los Papis».
En la carpeta de investigación se señala que Yuliana debía cuidar y dar atención cotidiana a los menores, como son el aseo personal, vigilarlos cuando estaban en determinadas áreas del lugar y llevarlos al comedor.
Sus compañeros tenían entre sus funciones vigilar diferentes áreas a fin de contener a los niños que entran en crisis emocional o que se quisieran escapar.
Fungían también como choferes encargados de trasladar a los niños a diferentes lugares, como a la escuela o a sus entrenamientos de futbol y otras clases.
Ahora se sabe que atentaron contra 4 menores de identidad reservada, asignados al área de “Niños Chicos”.
A los niños los agredían físicamente, golpeándolos en la cabeza u otras partes del cuerpo con objetos o con sus manos.
El problema se descubrió el 10 de marzo cuando un menor se dirigió a Yuliana Berenice y le preguntó a qué hora iban a servir el desayuno, y ella, molesta, le dijo que la dejara hablar por teléfono.
Histérica, se levantó, se acercó al menor, le dobló las manos hacia atrás y lo jaló hasta un escritorio de metal e hincado lo metió debajo sin dejar de presionarle los brazos a la espalda y el cuerpo hacia una barra de metal que sirve para los pies, en tanto que el niño lloraba y gritaba.
Y ese mismo día, cuando ya hacían fila para ir a almorzar, y debido a que tres menores de identidad reservada no le hicieron caso, la mujer llamó por teléfono y pidió que le mandaran unos “papis” para calmar a los niños.
Se presentaron José Ysabel y Robert Santiago, quienes metieron a los tres niños al cuarto de dormitorio y los envolvieron con una sábana en forma de “taquito”, dejándolos boca abajo sobre la cama y metidos dentro de una bolsa que cubre el colchón de la cama.
Aprovechando que se encontraban inmovilizados, los abusaron sexualmente.
Salió a relucir que las agresiones sexuales a los menores fueron cometidas aproximadamente del 5 de marzo al 14 de marzo de este año, de acuerdo al resultado de los exámenes médicos que les fueron practicados a los niños.
Sin embargo, los menores manifestaron que estos maltratos los han sufrido desde hace varios años.
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