Tras ser encontrado penalmente responsable de los delitos de violación equiparada agravada y de abuso sexual agravado, el cajero Miguel Angel Niño Salazar fue sentenciado este día a 37 años y un mes de prisión por violar a un adolescente de 13 años que trabaja con él como “cerillito” en un Dunosusa.

El sujeto era pareja sentimental de la madre, que también trabajaba en el mismo lugar.

El Tribunal Segundo de Juicio Oral emitió el fallo condenatorio, además de que también lo condenó al pago de la reparación del daño por 80 mil pesos y la cantidad de 93 mil 657 pesos en concepto de multa.

Los hechos reunidos en la causa penal 04/2019, ocurrieron en diversas fechas del mes de diciembre de 2018 y los primeros días de enero de 2019, cuando el sentenciado haciendo uso de la violencia física y moral cometió los delitos en agravio del menor de edad.

Los ataques se descubrieron el 3 de enero, alrededor de las 9 de la mañana, cuando el menor trabajaba en un Dunosusa ubicado en el fraccionamiento Paseos de Opichén

En un momento dado, el tipo le dio una nalgada y le acarició el brazo derecho, para más tarde repetir sus “caricias”, incluso le pasó una de sus manos en la entrepierna para tocarle el pene al menor.

Más tarde, le escribió vía celular un mensaje de texto con una insinuación morbosa.

Al ver que llegaba su madre, el niño le contó lo que le había hecho su pareja, por lo que se dio parte a las autoridades y se procedió a su detención.

Fue entonces que se supo que el 29 de diciembre, en horas de la mañana, aprovechando que la madre del menor se fue a trabajar, encontrándose a solas en la vivienda que comparten en el fraccionamiento Diamante, obligó al niño a hacerle el sexo oral y después lo penetró. Este ataque se repitió el 31 de diciembre.