El incremento de los contagios por Covid-19 en Europa ha llevado a medidas más estrictas para contener el virus como las tomadas en Alemania para los no vacunados y ha obligado a medio gobierno en Bélgica a confinarse tras una reunión con el primer ministro francés Jean Castex, tras resultar positivo.

El Gobierno de la capital alemana reforzó este martes las restricciones para el acceso a los espacios públicos de los no vacunados, en un intento de frenar el aumento descontrolado de los contagios de Covid-19, mientras otras regiones del país limitan los contactos de quienes no están inmunizados.

Solo las personas que estén inmunizadas podrán acceder al comercio minorista, con la excepción de los establecimientos donde se venden productos de primera necesidad, que seguirán abiertos a los no vacunados.

Además, incluso las personas inmunizadas deberán presentar un test negativo para acceder a actividades recreativas y espacios de ocio donde no sea posible el uso de mascarilla, como por ejemplo la restauración.

“El objetivo no es molestar a los no vacunados,” explicó el secretario de estado berlinés para la sanidad, Martin Gatz, al anunciar las medidas en rueda de prensa, en la que incidió en la necesidad de proteger a la población y garantizar el funcionamiento de los hospitales.