El surgimiento de defectos en la calle 60 Norte, una obra en la que se invirtieron millonarios recursos, está ocasionado fuertes dolores de cabeza a la administración municipal que encabeza el panista Renán Barrera Concha.
Si bien el alcalde meridano ha dicho que tienen reparación las grietas que han aparecido en esta obra de reciente inauguración, en el Ayuntamiento no deja de ser un contratiempo, porque se ha servido en bandeja de plata un manjar para que los priistas conviertan este error en una cena de negros.
En baja voz panistas manifiestan su enojo, porque se ha servido la mesa para que los priistas tengan motivo para denostar al gobierno municipal.
Algunos consideran que si ya de por sí los priistas hacían ruido con temas sin sustento, ahora con lo de la calle 60 Norte se les ha dado un motivo más que real para que levanten vuelo.
Y vaya que lo han hecho, desde que el diputado Francisco Torres Rivas «destapó» el problema, a los señalamientos se han sumado regidores priistas y hasta los integrantes de una asociación juvenil denominada Acciones Líderes, que al principio se veía vinculada al panismo y ahora parece que apoya al priismo (Yucatán está de vuelta a los «ismos»).
Panistas tradicionales están muy molestos por la forma en que se manejan las cosas en el Ayuntamiento, pues consideran que al gasto innecesario en el concreto hidráulico de la calle 60 Norte y Prolongación Montejo se sumó el desgaste político por la tardanza en entregar estas obras, con las consecuentes molestias para los ciudadanos.
Y por si fuera poco, ahora estas obras consideradas como las «joyas de la corona» de Renán Barrera han girado como un bumeran dirigido, no solo a las aspiraciones de Renán Barrera sino también a la de otros muchos panistas que buscan puestos de elección popular en el proceso electoral que formalmente inicia el 5 de octubre.
Hay quienes dicen que el paso a desnivel fue la tumba política de la priista Angélica Araujo Lara. ¿Lo serán para Renán Barrera las grietas en el concreto hidráulico de la calle 60 Norte?