Por tomar varios días sin parar y en cantidades «exorbitantes», un vecino de Tizimín murió en plena vía pública.
Donato Canché Puc, de 75 años, murió en la banqueta de la calle 67 por 54-A de la colonia Santa Rosa de Lima, en esa ciudad del oriente de l Estado.
La gente pensó que Donato estaba durmiendo y por eso no le dieron importancia, ya que era bebedor consuetudinario.
Sin embargo, al pasar las horas y ver que seguía en la misma posición, los vecinos llamaron al a Policía Municipal, cuyos agentes constataron que estaba muerto.
Identificó el cuerpo Artemio Canché Puc, hermano del occiso, manifestó que su consanguíneo era bebedor consuetudinario y llevaba varias semanas sin dejar de tomar.
La causa de la muerte reveló que el deceso no fue solo por tomar sin parar, sino que las últimas veces que lo hizo, bebió en exceso, lo que le provocó coma alcohólico y, por ende, la muerte.