Calcetines, el arma de un suicida en cárcel yucateca

El frío nocturno, un pleito familiar y una borrachera se combinaron para llevar a la muerte al mesero Marcelino Puch Chan, quien se suicidó en una celda de la cárcel municipal de Tixcacalcupul.

El hombre, de 30 años, se privó de la vida con sus propios calcetines al descuidar al policía que lo vigilaba.

De acuerdo con la guardia de la comandancia, habitualmente a los presos se les quita la ropa para evitar que puedan utilizar para suicidarse prendas como cinturones, cordones de zapatos y calcetines. Sin embargo, a causa del intenso frío se le encerró vestido.

De acuerdo con lo que se informó, Marcelino y sus hermanos Alberto y Venancio, todos alcoholizados, comenzaron a discutir en la casa paterna por lo que la madre de los tres llamó a la policía.

Cuando los agentes entraron al predio la mujer pidió que se llevaran a Marcelino, a pesar de que era el que menos alboroto estaba ocasionando. Incluso el hombre no opuso resistencia.

Cerca de las 9 de la noche, cuando ya estaba en prisión, le pidió al agente de guardia que le diera un poco de agua, a lo que el uniformado accedió.

Sin embargo, cuando el policía regresó se dio cuenta que Marcelino se había ahorcado con sus calcetines.

Enseguida llamó a otros agentes y entre todos cortaron los calcetines con un machete. Al darse que cuenta de que el preso todavía estaba vivo lo llevaron con un médico del pueblo, pero lamentablemente falleció minutos después de llegar.

Al recibir la noticia sus familiares no podían crédito a lo ocurrido, aunque trascendió que en otras dos ocasiones Marcelino ya había intentado matarse.