Investigador yucateco propone casa maya como opción de vivienda

Mérida, Yucatán, 23 de octubre de 2013.- La casa maya es una de las construcciones más antiguas y sustentables heredadas por la ancestral civilización, producto del ordenamiento de los elementos naturales que la conforman, con buenas posibilidades de adaptación a la vida moderna, por lo que representa una opción de vivienda viable para nuestro medio, afirmó el investigador, Dámaso Rivas Gutiérrez.

Al dictar una ponencia sobre el tema, en el marco del Festival Internacional de la Cultura Maya (FICMaya) 2013, el también médico veterinario aseguró que la estructura de los hogares de los antiguos mayas presenta además características articuladas y flexibles mediante su edificación, que los hacen resistentes a fenómenos naturales como los huracanes.

Bajo el título “Casa maya, orgullo de Yucatán y ejemplo de sustentabilidad”, señaló durante su exposición que desde hace 16 años, con el respaldo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), ha trabajado en el proyecto de rescate y revalorización de este elemento de la ancestral civilización para restituirlo como una opción de vivienda acoplada a las edificaciones actuales de las ciudades y las comunidades.

“La casa maya es un producto del desarrollo social de una cultura que se va dando a través de cientos y miles de años y tanto en su posición como en el interior se demuestra la capacidad de pensamiento que tuvieron los mayas para interpretar una visión cosmogónica”, añadió Rivas Gutiérrez.

Además, mencionó, los materiales renovables como la madera y el huano son elementos esenciales que dan sustentabilidad a esa edificación, porque son garantía de permanencia y desarrollo para siguientes generaciones, además de no ser un modelo costoso en comparación con las viviendas actuales que van requiriendo mantenimientos constantes.    

Al detallar las características de dicha vivienda, explicó que ésta de manera original se diseña en un eje que va del norte al sur con la puerta posicionada al oriente, ya que según los mayas “se debe buscar al dios Kin (el Sol) para que en las mañanas nos despierte y en las tardes lo invitemos a descansar”.

Asimismo, comentó que la casa maya debe ser construida según el tamaño de quien la va a vivir, para que sea un espacio cómodo, “ni más grande, ni más chica”, y que sus maderas deben colocarse en forma de espejo, medidas a través de un sistema de unidades básicas llamadas “Ahua” y “Manik”.

El investigador indicó que las paredes no forman parte de la estructura de la vivienda y pueden ser de cualquier material, ya que no alteran su forma y funcionalidad, aunque aclaró que cuando los muros interfieren con la posibilidad de movimiento de sus articulaciones, entonces puede derrumbarse ante la presencia de un huracán.

“Este tipo de casas es factible, podemos conjugar la cultura, que es sustentabilidad pura en lo auténticamente maya, con la vida moderna y reducir el impacto ambiental en un 50 o 60 por ciento que provoca la vivienda actual. No es el retorno al pasado, no es el mantener la postal de la casa maya como atractivo turístico, es hacer vigente la cultura y la sabiduría del hombre actual, heredero de esta gran civilización”, finalizó.