Valladolid y Tizimín, las ciudades yucatecas más cercanas al norte de Quintana Roo, donde han ocurrido hechos violentos, se han blindado y han reforzado la seguridad en sus entradas y salidas.

Las medidas de seguridad son en respuesta a la balacera que se registró la madrugada del lunes en un bar de Playa del Carmen, y el tiroteo contra la Fiscalía General de Quintana Roo en Cancún, apenas ayer.

Tanto en Tizimín como en Valladolid, los cuerpos de seguridad de Yucatán mantienen estrecha vigilancia.

El extenso municipio de Tizimín es limítrofe con Quintana Roo.

Ahora que se ha activado el código rojo en Cancún se espera que haya un «efecto cucaracha» que empuje a los delincuentes a salir de esa polo turístico y buscar refugio en ciudades cercanas, en particular las de Yucatán.

Las autoridades de los diferentes niveles trabajan de manera conjunta y coordinada, como se observó en Tizimín cuando un convoy de unidades, tanto de la Policía municipal, Estatal, Federal y elementos de la Marina y Ejercito participaron en los retenes instalados en la salida a Colonia Yucatán, salida a Valladolid y otros puntos de acceso como la sierra en Colonia Yucatán, donde hay elementos del Ejército y Marina, así como en la parte limítrofe, es decir, Popolnah y los límites con Quintana Roo.

Los operativos de vigilancias, filtros y retenes preventivos según indicaron los altos mandos de las corporaciones policiacas, permanecerán el tiempo que sea necesario.