22 años de prisión por matar a su amigo delincuente

El Tribunal Primero de Enjuiciamiento sentenció a Julio César Tapia Sánchez a 22 años y seis meses de prisión por haber asesinado a un compañero de parranda en febrero de 2016 en la colonia Reforma Agraria

Los jueces integrantes del tribunal, Nidia Guadalupe Celis Fuentes, quien fungió como presidenta en este juicio; Níger Desiderio Pool Cab como juez relator y Fabiola Rodríguez Zurita como, encontró la plena responsabilidad del acusado en la comisión del delito de homicidio..

En el desarrollo del juicio oral, que inició el 3 de enero pasado, se desahogaron testimoniales, periciales, documentales y pruebas materiales por parte de la Fiscalía estatal para acreditar el delito y la responsabilidad del acusado. La defensa, por su parte, ofreció pruebas, sin embargo, en el transcurso del juicio se desistió de las mismas.

El Tribunal encontró la existencia del delito de homicidio teniendo como agravante la calificativa de ventaja.

La pena empezará a contar desde el 20 de febrero de 2016, día en que el ahora sentenciado fue privado de su libertad, hasta el 20 de agosto de 2038.

También se le condenó a la reparación del daño por un millón 465,182.40 pesos por concepto de indemnización y gastos funerarios,

De igual manera, al hoy sentenciado se le suspendieron sus derechos políticos, fue amonestado para que no vuelva a reincidir y se le negaron los sustitutivos de prisión, es decir deberá purgar toda la condena.

Los hechos ocurrieron el 16 de febrero de 2016, a las 02:00 horas, cuando Jonathan Enrique Cuevas Noh y el sujeto se encontraban a las puertas de un domicilio de la colonia Reforma Agraria y, después de discutir, el hoy sentenciado le clavó un objeto punzocortante en la parte del abdomen a la hoy víctima, quien fue trasladada a un nosocomio, donde falleció.

Por cierto, durante el proceso que le siguió a Tapia Sánchez se reveló que este sujeto estuvo preso en noviembre de 2015 por intentar matar a un policía.

Sin embargo, como el agente no murió, Julio César fue liberado bajo las reservas de la ley, porque supuestamente no era un peligro para la sociedad, pero quedó demostrado que si lo es, pues asesinó a una persona, lo que no hubiera sucedido si lo hubieran dejado en prisión por el ataque al policía.

Irónicamente, la persona a la que mató Julio César también participó en el ataque al agente policíaco.