Agentes de la SSP detuvieron al bebedor consuetudinario Pedro José Díaz Uc, quien fue acusado de robarse una cruz sagrada en la iglesia de San Sebastián.
Aunque el sujeto niega el robo, las autoridades indagan si es el mismo que ha cometido otros hurtos en ese templo, entre ellos el cometido en marzo, cuando los ladrones le cercenaron los dedos a luna de las vírgenes del templo para poderle robar un anillo.
Este día, Pedro José Díaz fue consignado al Juzgado Tercero Penal, acusado de robo por Jorge Renán Cabrera May, sacristán de la parroquia.
En el expediente del caso se indica que el acusado bajó una cruz del atrio de la iglesia. La imagen robada representa la XIV estación del vía crucis.
El robo ocurrió el viernes, a las 11 de la mañana, cuando el sacristán se percató que en el atrio había un teporochito y al fijarse bien, observó que salía cargando una cruz.
Se acercó y constató que trataba de la cruz que estaba en la pared derecha del atrio, por lo que encaró al sujeto y le reclamó el robo.
El borrachito le dijo que estaba “crudo” y que se llevaba la cruz para venderla y así obtener dinero para seguir tomando.
Enseguida, el sacristán le pidió a la secretaria que llamara la SSP, cuyos agentes detuvieron al sacrílego.
Al rendir su declaración preparatoria, el detenido dijo que ese día, a las 11 de la mañana, fue a una agencia de cervezas cercanas y una vez que abrieron el negocio, compró un litro de licor barato.
Estaba cerca de la Iglesia tomando el alcohol y el sacristán le llamó la atención, por lo que se hicieron de palabras.
Insistió en que no robó nada y señaló que estaba en el sitio cuando llegaron los policías y lo detuvieron, pero el sacristán inventó el robo para que no pudiera salir pronto.
El robo anterior en el templo ocurrió el 10 de marzo, cuando desaparecieron varias joyas de la Virgen, que resultó con dedos “cercenados” durante el hurto.