El Tribunal Segundo de Juicio Oral sentenció a 20 años de cárcel a Grifel Duvan Pech Huerta, acusado de matar en febrero de 2017 a un menor de edad cuyo cadáver quemó en montes de la comisaría Paraíso, de Progreso.

También le impuso el pago de 6 millones de pesos, la segunda más alta cantidad que se ha fijado por concepto de reparación de daño por un crimen perpetrado en Yucatán,  aunque difícilmente cumplirá con ello.

Durante la audiencia de determinación de sanciones y reparación del daño, los tres jueces que integran dicho Tribunal impusieron la pena, que es la mínima para el delito de homicidio calificado.

El el 24 de enero se efectuará la audiencia de lectura de sentencia e imposición de sanciones.

La denuncia la presentó Doribeis Javier de la Cruz, madre del menor asesinado, José Eduardo Javier de la Cruz, de origen tabasqueño.

El crimen ocurrió el 18 de febrero de 2017, cuando el ahora occiso, Grifel Duvan y Christopher Kevin Lizama Pacheco, se retiraron de su trabajo en una bodega de la comisaría de Paraíso, a bordo de sus bicicletas, dirigiéndose hasta el fraccionamiento Flamboyanes, por una brecha.

En el trayecto se sentaron en unas piedras y empezaron a fumar mariguana y cuando se encontraban por los montes aledaños de la calle 57 por 50 del citado fraccionamiento, Pech Huerta se adentró en la maleza para hacer sus necesidades fisiológicas, mientras los otros seguían drogándose.

Al terminar, Grifel Duvan se dio la vuelta y, recordando que era víctima de bullying, sin más sacó de entre sus ropas un cuchillo y se lo clavó al ahora occiso, pero como se dobló, sacó una segunda arma y lo agredió de nueva cuenta.

Cuando estaba en el suelo remató a la víctima con unas piedras que le arrojó en el cráneo.

Al día siguiente, el homicida y su acompañante regresaron para quemar el cuerpo, pero días después Lizama Pacheco contó todo.

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